SUS CANCIONES

-        El “Cerrito de Uliachín” es testigo y soldado espartano de la batalla de Pasco (6-diciembre-1820), refugio de techo propio, porque «del cerrito de Uliachín  todo el mundo lo divisa al pueblo,  también diviso a mi cerreñita  porque lo quiero con todo mi corazón…».
-        En montañas y cordilleras, en el rostro vigoroso de la gente que profesa amor multiplicador, siempre habrá “Nieve del ande” como filtro de la biodiversidad. «Hasta las nieves andinas con ser nieve paisanita,  con sus aguas cristalinas  lloran de pena en peñita…».
-        La “Pasión inmensa” no garantiza eternidad, podría darse el caso de lloras como mujer lo que no supiste cuidar como varón. «Pasión inmensa yo te he tenido, tú no has sabido corresponder, tú nada sientes, tú nada sufres,  hay tú no sabes lo que es querer…».
-        Todo beodo (waraymozo) se retira a la hora del aserrín. Acompaña o sale a buscar a la amada, exhala sus últimos resuellos loando “El aceitunal”: «Borrachito adónde vas si no te puedes parar,  voy a casa de mi chola que me ha mandado a llamar. Ella dice que me quiere aunque borrachito soy,  porque todo lo que pide  con cariño yo le doy…». El chupe verde mengua la resaca “patada de mula”.
-        Puente de La Oroya déjame pasar,  eres tu mi fuerte  no tienes perdón,  río del Mantaro  déjame pasar,  tú tienes tus aguas  yo mi corazón

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